Después de la ola en la que nos sumergimos, a causa de la pandemia, que impactó negativamente la economía mundial, muchas personas se han preguntado a nivel de negocios:
¿Qué es lo que sigue en esta nueva normalidad?
Sobre todo, porque es un secreto a voces que la esperada reactivación económica va a tomar un poco más de tiempo del que pensamos.
Es evidente que el marketing digital, como lo conocíamos, no volverá a ser igual. La gran competencia en las principales redes sociales, el aumento en el costo de la pauta publicitaria y el descenso en el engagement de las publicaciones son una realidad que, lamentablemente, llegó para quedarse.
Hoy en día, las marcas han tomado un papel fundamental como nunca antes, no solo por su capacidad de venta, sino por su capacidad de influencia: las acciones de mercado digital no lucrativas y genuinas son las más estimadas.
Además, la pandemia también ha transformado de forma imprevista las rutinas y hábitos de las personas, que pusieron, en primer lugar, cubrir sus necesidades de salud, higiene, vivienda y alimentación.
Ante este contexto, y de cara a un futuro cercano, la mejor estrategia de marketing digital para las marcas es entender a sus consumidores como personas y no como compradores, ponerse en sus zapatos y generar en cada contacto, empatía.
De ahora en adelante, el desafío más grande de las agencias de mercadeo digital, es lograr un equilibrio entre: la responsabilidad de la marca, la fuente de ingresos y el retorno en ventas.