Todos hemos llegado al punto en el que los mensajes de texto, las redes sociales, incluso nuestro correo, se vuelve un campo minado de pauta digital, mensajes de promoción, ofertas de productos y demás. De hecho, la pandemia parece haberlo hecho reproducirse alarmantemente, y con toda la razón, si vemos que todo se redujo a lo digital como único medio para seguir llevando una vida “normal”.
Podríamos decir que el marketing lo inunda todo y, aunque en muchas ocasiones ignoremos sus mensajes o intenciones de vendernos, lo cierto es que en muchas otras nos han mostrado, sin hacer demasiado esfuerzo, servicios o productos que terminan por interesarnos y hasta adquirimos. Por eso, en este post cuento esas cosas que no nos gustan del marketing digital que realmente son valiosas (y que nos hacen agradecer que exista).
1. Parece espiarnos, pero realmente puede acercarte a algo que de verdad te interese.
Quizás hayas tenido esa sensación (paranoica, por qué no) al encontrar alguna promoción de cosas que habías buscado en Google, hace apenas unas horas, o minutos. En el mundo digital existen herramientas, como SEM, que permiten no solo que las marcas y sus servicios puedan encontrarte, sino que tu puedas hallar las mejores a través de tu paso por los motores de búsqueda. Gracias a esta herramienta de marketing, las agencias digitales pueden identificar tus intereses y pueden predecir qué te gustaría ver para ofrecértelo. Por eso, si tus temas constantes son la moda y las tendencias, es muy poco probable que te aparezca matemática aplicada, y en cambio muy probable que consigas cursos gratuitos de diseño. Su intención es mostrarte solo aquello que pueda parecerte relevante.
2. Parece excesivo, pero brinda contenido de valor (muchas veces gratuito) que termina aportándonos nuevo conocimiento.
Aunque algunas veces esas ofertas o servicios aparecen más de lo que quisiéramos, en realidad el marketing digital nos conecta con contenido valioso que puede llevarnos a expandir nuestra experiencia o perspectiva sobre algún tema de nuestro interés. Cuando pasamos de estar revisando nuestro Instagram a leer un artículo, ver un video o descargar un e-book sobre nuestro tema favorito, estamos consumiendo (felizmente) contenido proveniente de marketing digital.
3. Nos tienta innecesariamente, pero también encuentra por nosotros lo que buscábamos.
A pesar de que no sucede todas las veces, algunas estrategias de mercadeo digital, como el Inbound Marketing, son capaces de predecir o saber con cuánta insistencia indagas ciertas cosas. Por eso, cuando lo necesitas (e incluso cuando no) realmente te puede acercar a adquirir aquello que quizá estabas buscando. Desde soluciones en tecnología para tu trabajo, hasta un curso de cocina de tu comida favorita, dejar que te conozcan ayuda a que mejores marcas encuentren por ti las mejores ofertas de lo que quieres.
4. Nos quieren vender todo, pero en realidad es una red enorme que nos permite acceder a servicios y productos que de otro modo no conoceríamos.
En las ciudades grandes, y en lugares donde las limitaciones físicas y geográficas nos impiden ir fácilmente a otros lugares, el mercadeo digital se vuelve un aliado para poder conseguir eso que queremos, pero no está a la vuelta de la esquina. Además de adquirir lo que ya conocemos, herramientas como el Inbound Marketing funcionan como un puente a todo lo nuevo que nos puede servir o gustar y, de igual forma, le ayuda a nuevas marcas, a llegar a lugares y personas sin importar los límites.
Es hora de admitirlo (aunque cueste), el marketing digital es una herramienta útil, y por ello abundante, que dinamiza nuestra experiencia en las redes y en la web y que, muchas veces, aporta valor a nuestra vida.
De hecho, en este momento de cuarentena en que muchos se reinventan, usar el marketing digital es una buena estrategia para llevar a cabo esas ideas emprendedoras que pueden conectarte con mucha más gente. Eso sí, si te animas a hacerlo, una agencia digital puede darte muchas luces de cómo hacerlo mejor.